Yaara Ben-David
Yaara Ben David, poeta, crítica literaria y artista plástica israelí. Licenciada en Literatura Hebrea y Filosofía de la Universidad de Tel Aviv, obtuvo una maestría en Literatura Comparada en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Entre 1982 y 2015 publicó nueve libros de poesía y dos de crítica literaria. Sus poemas fueron traducidos a seis lenguas y se publicaron en importantes revistas literarias de Israel y del extranjero. En 2017 se publicó una recopilación de sus poemas en inglés, Blood Red Strawberries. Su obra obtuvo importantes premios en Israel. Vive en Tel Aviv.
Razón de más
Canciones del libro
Traducido por Luisa Futoransky y Marta Teitelbaum,
Editorial Leviatan, Buenos Aires
Metamorfosis
Al cabo de cuarenta días
Me hubiera gustado ser la paloma
Que salió
Del arca de Noé
En misión hacia una lejana rama de olivo
De la cual no regresó –
Le era difícil hacerlo
No porque hubiera perdido el camino ni por ingratitud,
no porque apenas su pata tocó tierra
La paloma setransformó
En un pájaro mutable
Anónimo en el secreto de un escondrijo
La paloma – pájaro se negaba a ver
Lo que se esperaba de ella
Ya que afuera en el nuevo mundo
La hoja verde es solo la señal de un tiempo limitado
Como aquél que antes ya se hundió.
Razón de más
Libros viejosen la vereda
Como una presencia tenaz
Y anónima
Un viento se inclinó para hojear las páginas
Un perro se detuvojadeando. Alguien manoseó
Olió acarició bordó un pensamiento dobló los márgenes
Se fue –
Libros. Con más razón personas.
De cualquier modo los libros
Vuelven siempre en dirección opuesta
Como cuando se regresa de un entierro siempre falta uno.
Antes de que…
Mi madre desgrana su vida en instantes
Que huyen de su memoria.
El olor del buen pan ya no despierta sus narinas.
Sus ojos desbordan de las palmas abiertas
Hacia las tablillas de los postigos de su cocina
Ella se entiende con los pájaros que acechan, hambrientos
Adiestrados para picotear de la bandeja
Y luego hacen bailar los cables eléctricos
Debajo del alero roto sobre su cabeza
Una cascada de pájaros
Se acerca hacia el agua que aún no se ha evaporado
Poema de la felicidad
Con un breve estrיpito de alas se elevo dentro de mi
Un grito grande como un puno.
Como se obtiene el jubilo si no con pequenas envidias celos
Del florecer de promesas en lares ajenos
De la marana calida, brazos de ramos que se entrelazan entre si
De jirones de nubes que descienden murmurando de una a
otra boca,
De pozos del placer, de naranjas sanguinas, aceite de mirra
y luz.
En silencio reposan ahora en mi las vetas de mi alma como
plumas que cayeron
Confín
Fin de otoño dorado
Es el confín del anhelo. Y después qué –
Lento vaivén como una delicada amargura
Que se disuelve en la boca.
Alrededor, espectros ruidosos se alejan
Uno de otro y como las nubes
Se despojan de sus formas humanas.
Qué más decir
Que no haya sentido hasta el extremo confín
Lentos suben mis caballos
Los corceles de Vogel.*
*David Vogel (1891-1944) poeta y escritor en lengua hebrea nacido en la actual Ucrania, desaparecido durante el holocausto. Este poema alude a uno de sus relatos Los caballos negros.
Allí, en el mismo punto
Yerro entre la última mirada
Y su significado que se va aclarandocon el paso de los años.
Entre una y otro el tiempo se llena
De fuertes ruidos hasta un silencio total.
Ahora solo yo estoy frente a lo inútil
Lo que entonces no vi inclemente me interpela.
Aún si mi mirada girara y retornara
El estará alli,
En el mismo punto.
Después como con un movimiento felino
Frente a la luz de una lámpara
Saldrá del mundo por una puerta giratoria.
Sus mejillas cobrarán color
Y ya no estaré más allí.
De noche
La danza del fuego en la chimenea
el fuego del crucificado,
Esculpe un mutismo que fluye en las venas
En los cuernos de los ciervos y pieles sobre paredes de madera.
Afuera voces nocturnas.
La aridez otoñal asemeja a tierra apisonada.
Yo florezco en la noche boscosa
Duermo durante el día.
Por la noche leo mis reflexiones
En pequeños sorbos de Sócrates
Devoro la distancia asfaltada y los pensamientos ajenos
Sueño un árbol nacido de lo pútrido como un fertilizante
Canto en mi profundo interior Pie Jesu extraído del Requiem.
En el valle el eco de mi voz es mi gemela.
Volver de aquí
Ayer de mañana:
Los restos del avión de Antoine de Saint Exupéry
Fueron identificadoscon certeza.
Dibújame una oveja, me pidió una vez más
Lo que es invisible a los ojos guardaré
Bajo una campana de vidrio
No en la solapa del saco.
Dibújame una oveja para que pueda deslizarme y volver de aquí
Entre las páginas de mi libro hacia la eternidad
Dijo y desapareció como
Un guiñapo a quien retiran velozmente
Del espacio público.
En un juego burlesco pienso todavía cómo recuperarlo
Cual luz de una astilla del espejo.
Pleno mediodía
La amante de los pájaros deambula, estira el cuello
En espacios que no le pertenecen, invade
Con el anhelo de una paloma salvaje,
Da nacimiento a un ala como las ramas de un verde nuevo
Ella seguirá recogiendo la miel luminosa entre las hojas
Aquí en el pleno mediodía desea permanecer
Esculpida de amor, dormida entre sus fragancias
Varilla de oro en su cabellera.
Canciones del libro Razón de más
Metamorfosis
Al cabo de cuarenta días
Me hubiera gustado ser la paloma
Que salió
Del arca de Noé
En misión hacia una lejana rama de olivo
De la cual no regresó –
Le era difícil hacerlo
No porque hubiera perdido el camino ni por ingratitud,
no porque apenas su pata tocó tierra
La paloma setransformó
En un pájaro mutable
Anónimo en el secreto de un escondrijo
La paloma – pájaro se negaba a ver
Lo que se esperaba de ella
Ya que afuera en el nuevo mundo
La hoja verde es solo la señal de un tiempo limitado
Como aquél que antes ya se hundió.
Razón de más
Libros viejosen la vereda
Como una presencia tenaz
Y anónima
Un viento se inclinó para hojear las páginas
Un perro se detuvojadeando. Alguien manoseó
Olió acarició bordó un pensamiento dobló los márgenes
Se fue –
Libros. Con más razón personas.
De cualquier modo los libros
Vuelven siempre en dirección opuesta
Como cuando se regresa de un entierro siempre falta uno.
Antes de que…
Mi madre desgrana su vida en instantes
Que huyen de su memoria.
El olor del buen pan ya no despierta sus narinas.
Sus ojos desbordan de las palmas abiertas
Hacia las tablillas de los postigos de su cocina
Ella se entiende con los pájaros que acechan, hambrientos
Adiestrados para picotear de la bandeja
Y luego hacen bailar los cables eléctricos
Debajo del alero roto sobre su cabeza
Una cascada de pájaros
Se acerca hacia el agua que aún no se ha evaporado
Poema de la felicidad
Con un breve estrיpito de alas se elevo dentro de mi
Un grito grande como un puno.
Como se obtiene el jubilo si no con pequenas envidias celos
Del florecer de promesas en lares ajenos
De la marana calida, brazos de ramos que se entrelazan entre si
De jirones de nubes que descienden murmurando de una a
otra boca,
De pozos del placer, de naranjas sanguinas, aceite de mirra
y luz.
En silencio reposan ahora en mi las vetas de mi alma como
plumas que cayeron
Confín
Fin de otoño dorado
Es el confín del anhelo. Y después qué –
Lento vaivén como una delicada amargura
Que se disuelve en la boca.
Alrededor, espectros ruidosos se alejan
Uno de otro y como las nubes
Se despojan de sus formas humanas.
Qué más decir
Que no haya sentido hasta el extremo confín
Lentos suben mis caballos
Los corceles de Vogel.*
*David Vogel (1891-1944) poeta y escritor en lengua hebrea nacido en la actual Ucrania, desaparecido durante el holocausto. Este poema alude a uno de sus relatos Los caballos negros.
Allí, en el mismo punto
Yerro entre la última mirada
Y su significado que se va aclarandocon el paso de los años.
Entre una y otro el tiempo se llena
De fuertes ruidos hasta un silencio total.
Ahora solo yo estoy frente a lo inútil
Lo que entonces no vi inclemente me interpela.
Aún si mi mirada girara y retornara
El estará alli,
En el mismo punto.
Después como con un movimiento felino
Frente a la luz de una lámpara
Saldrá del mundo por una puerta giratoria.
Sus mejillas cobrarán color
Y ya no estaré más allí.
De noche
La danza del fuego en la chimenea
el fuego del crucificado,
Esculpe un mutismo que fluye en las venas
En los cuernos de los ciervos y pieles sobre paredes de madera.
Afuera voces nocturnas.
La aridez otoñal asemeja a tierra apisonada.
Yo florezco en la noche boscosa
Duermo durante el día.
Por la noche leo mis reflexiones
En pequeños sorbos de Sócrates
Devoro la distancia asfaltada y los pensamientos ajenos
Sueño un árbol nacido de lo pútrido como un fertilizante
Canto en mi profundo interior Pie Jesu extraído del Requiem.
En el valle el eco de mi voz es mi gemela.
Volver de aquí
Ayer de mañana:
Los restos del avión de Antoine de Saint Exupéry
Fueron identificadoscon certeza.
Dibújame una oveja, me pidió una vez más
Lo que es invisible a los ojos guardaré
Bajo una campana de vidrio
No en la solapa del saco.
Dibújame una oveja para que pueda deslizarme y volver de aquí
Entre las páginas de mi libro hacia la eternidad
Dijo y desapareció como
Un guiñapo a quien retiran velozmente
Del espacio público.
En un juego burlesco pienso todavía cómo recuperarlo
Cual luz de una astilla del espejo.
Pleno mediodía
La amante de los pájaros deambula, estira el cuello
En espacios que no le pertenecen, invade
Con el anhelo de una paloma salvaje,
Da nacimiento a un ala como las ramas de un verde nuevo
Ella seguirá recogiendo la miel luminosa entre las hojas
Aquí en el pleno mediodía desea permanecer
Esculpida de amor, dormida entre sus fragancias
Varilla de oro en su cabellera.
Metamorfosis
Al cabo de cuarenta días
Me hubiera gustado ser la paloma
Que salió
Del arca de Noé
En misión hacia una lejana rama de olivo
De la cual no regresó –
Le era difícil hacerlo
No porque hubiera perdido el camino ni por ingratitud,
no porque apenas su pata tocó tierra
La paloma setransformó
En un pájaro mutable
Anónimo en el secreto de un escondrijo
La paloma – pájaro se negaba a ver
Lo que se esperaba de ella
Ya que afuera en el nuevo mundo
La hoja verde es solo la señal de un tiempo limitado
Como aquél que antes ya se hundió.
Razón de más
Libros viejosen la vereda
Como una presencia tenaz
Y anónima
Un viento se inclinó para hojear las páginas
Un perro se detuvojadeando. Alguien manoseó
Olió acarició bordó un pensamiento dobló los márgenes
Se fue –
Libros. Con más razón personas.
De cualquier modo los libros
Vuelven siempre en dirección opuesta
Como cuando se regresa de un entierro siempre falta uno.
Antes de que…
Mi madre desgrana su vida en instantes Que huyen de su memoria. El olor del buen pan ya no despierta sus narinas. Sus ojos desbordan de las palmas abiertas Hacia las tablillas de los postigos de su cocina Ella se entiende con los pájaros que acechan, hambrientos Adiestrados para picotear de la bandeja Y luego hacen bailar los cables eléctricos Debajo del alero roto sobre su cabeza Una cascada de pájaros Se acerca hacia el agua que aún no se ha evaporadoPoema de la felicidad
Con un breve estrיpito de alas se elevo dentro de mi
Un grito grande como un puno.
Como se obtiene el jubilo si no con pequenas envidias celos
Del florecer de promesas en lares ajenos
De la marana calida, brazos de ramos que se entrelazan entre si
De jirones de nubes que descienden murmurando de una a
otra boca,
De pozos del placer, de naranjas sanguinas, aceite de mirra
y luz.
En silencio reposan ahora en mi las vetas de mi alma como
plumas que cayeron
Confín
Fin de otoño dorado Es el confín del anhelo. Y después qué – Lento vaivén como una delicada amargura Que se disuelve en la boca. Alrededor, espectros ruidosos se alejan Uno de otro y como las nubes Se despojan de sus formas humanas. Qué más decir Que no haya sentido hasta el extremo confín Lentos suben mis caballos Los corceles de Vogel.* *David Vogel (1891-1944) poeta y escritor en lengua hebrea nacido en la actual Ucrania, desaparecido durante el holocausto. Este poema alude a uno de sus relatos Los caballos negros.Allí, en el mismo punto
Yerro entre la última mirada Y su significado que se va aclarandocon el paso de los años. Entre una y otro el tiempo se llena De fuertes ruidos hasta un silencio total. Ahora solo yo estoy frente a lo inútil Lo que entonces no vi inclemente me interpela. Aún si mi mirada girara y retornara El estará alli, En el mismo punto. Después como con un movimiento felino Frente a la luz de una lámpara Saldrá del mundo por una puerta giratoria. Sus mejillas cobrarán color Y ya no estaré más allí.De noche
La danza del fuego en la chimenea
el fuego del crucificado,
Esculpe un mutismo que fluye en las venas
En los cuernos de los ciervos y pieles sobre paredes de madera.
Afuera voces nocturnas.
La aridez otoñal asemeja a tierra apisonada.
Yo florezco en la noche boscosa
Duermo durante el día.
Por la noche leo mis reflexiones
En pequeños sorbos de Sócrates
Devoro la distancia asfaltada y los pensamientos ajenos
Sueño un árbol nacido de lo pútrido como un fertilizante
Canto en mi profundo interior Pie Jesu extraído del Requiem.
En el valle el eco de mi voz es mi gemela.
El secreto de Loreley
Hoy Loreley esta sentada sobre una roca
Conoce el futuro y quiza no espere a nadie.
Lenta se peina de oro y celeste
El tiempo se desliza, jamas sera atrapado.
Desde la roca a la orilla del rio
Loreley observa a un cazador al acecho del ciervo.
No lejos de alli
Una ola devora a un marinero y su barca.
Ningun extrano sabra
Lo que el canto de Loreley suscito.
Ahora que no hay ni ciervo ni marinero
Donde desaparecio Loreley con sus innumeros cantos?
Bruselas 2016*
El cielo cayo sobre Emile Verhaeren
Escribio Maiakovski cuando su belga preferido
Con su sonrisa dulce y su magnificencia poetica
Fue atropellado accidentalmente por las ruedas
de la locomotora.
Antes, durante la Primera Guerra, el cielo de su Belgica
Sangrante se desmorono sobre el buen Emile
Con un nocaut aleman deliberado.
Sin embargo, nadie imagino que exactamente
A cien anos de su muerte las glandulas de gusto mezclarian
cubitos dulce amargos del caos belga.
Ahora tambien Rene Magritte alza apenas
La tapa de su feretro
Fuma una pipa y mira de reojo su reloj,
Molesto ante la vista de la traicion de sus imagenes
Vaiven de ilusiones
Que hace danzar la desnudez del siglo veintiuno.
Como se podria disenar la realidad sino con el terror de sus
sombras
Con las brumas de los ojos cerrados.
Naufragio interior.
Bruselas
* N. del t.: Atentado en Bruselas 2016, 35 muertos.
Paris 2015*
La verdad del ricino sobre los pantanos
Extiende las palmas de sus manos que rozan.
Silencio, que no despiertes. Mi Sena y el de Renoir
Dormita gris rosa.
En lugar de desarrollar musculos voluntarios
Mis angustias me llaman del Norte y del Sur
De Oriente hasta Occidente.
Y Occidente, su carne entre los dientes, sus huesos se estremecen
Dia tras dia pospusimos
De mal en peor
Hasta el rumor del mar. No creas en el oleaje
Pues cual es el tiempo de vida de un alarido
Que se estrella contra el malecon,
Cual es la profundidad y la extension de la maldad humana
Sobre cuyas tablas
Yo soy el ejercito aterrorizador un solo hombre
Penso el uno
Y vino uno mas.
*N. del t.: En el atentado perpetrado contra el teatro Bataclan de Paris, el
13 de noviembre de 2015 murieron 130 personas y 415 resultaron heridas.
Volver de aquí
Ayer de mañana:
Los restos del avión de Antoine de Saint Exupéry
Fueron identificadoscon certeza.
Dibújame una oveja, me pidió una vez más
Lo que es invisible a los ojos guardaré
Bajo una campana de vidrio
No en la solapa del saco.
Dibújame una oveja para que pueda deslizarme y volver de aquí
Entre las páginas de mi libro hacia la eternidad
Dijo y desapareció como
Un guiñapo a quien retiran velozmente
Del espacio público.
En un juego burlesco pienso todavía cómo recuperarlo
Cual luz de una astilla del espejo.
Pleno mediodía
La amante de los pájaros deambula, estira el cuello
En espacios que no le pertenecen, invade
Con el anhelo de una paloma salvaje,
Da nacimiento a un ala como las ramas de un verde nuevo
Ella seguirá recogiendo la miel luminosa entre las hojas
Aquí en el pleno mediodía desea permanecer
Esculpida de amor, dormida entre sus fragancias
Varilla de oro en su cabellera.
El refugiado, de Yaara Ben-David
Luisa Futoransky y Marta Teitelbaum
Poemas
El Refugiado
1.
La cantidad de lágrimas en el mundo es fija, sólo su lugar
varíacomo el mercurio. Cuando una persona llora,
otracesa de llorar, pensaba el gran Beckett,
hay quien opinaba distintoque el llanto es un violín enorme en un mundo estremecido bajo el arco de la justicia
de un lugar a ningún lugar. Una piedra que rueda.
Quién soy yo, pregunta un refugiado anónimo y hambriento que se despierta en un tiempo lejano
coge a su niño y a su atado con los dedos abrasados del frío,
contagiado de aquel alarido sobre el puente de otro siglo.
Caminar y caminar hacia las luces parpadeantes de una pequeña casa, consolarse con los arboles de hojas perennes.
En tiempos de maldad la patria atada en un hatillo agujereado
con él ira a todas partes.
Y cómo se podrá dejar en heredad una patria bajo otros cielos.
2
Lo que la tierra no sabe lo sabe el firmamento estrellado.
Lo que la tierra no alcanzó a engullir lo bebe el mar ebrio
Y lo arrojaa la playa. Y la luz es una tierra de nadie
Entre planear y forzoso aterrizar.
Quién soy yo, lanza el hombre una pregunta
Como un pájaro raro en su vuelo.
3
Caminos. Rutas vocean la distancia
Imprimen el pulso de un idioma extranjero
Y quizá nada de esto existió.
Invierno obstinado. Una mujer y sus niños en el andén
Antes del anochecer.
Laberinto de fuga ynostalgia
Mas el abrigo negro del que camina delante de ella
Conserva todavía los olores
De un hogar lejano cuyas ruinas
Piden cuentas,
Y el puño de los reunidos bajo un regazo extranjero
Es el límitede cuanto se ha imaginado.
4
Un refugiado y su sombra en movimiento
Una estelade humo de un paísen llanto quedó atrapada
En lasespigasde lino en sus vestidos en su pelo en los imágenes
Que diseña su aliento, en el hielo su rostro, flores ardientes.
La palma de sus pies, un loboestepario.
La sombrade las montañashuye, luego el diluvio.
Al lado de las vallas un hombre partido ya no volverá sobre sus pasos.
5
Yo soyla resaca de la marea de mis padres que
Emigraron de UrKasdim
Y llegaron hasta aquí, conturbados por el vino de dátiles
Y por el alarido de un violíncolgado de los sauces.
Aun en la pequeña hamacade la infancia golpeo el aire
Viajo hacia la luz
Desde la tierra
Estoy en su seno en el borde violáceo de la tarde
Mis secretos en los resquicios de mi alma
La miel de la ceguera bajo mi lengua.
traductorio: Luisa Futoransky y Marta Teitelbaum