Canciones del libro 'Razón de más'
Metamorfosis
Al cabo de cuarenta días
Me hubiera gustado ser la paloma
Que salió
Del arca de Noé
En misión hacia una lejana rama de olivo
De la cual no regresó –
Le era difícil hacerlo
No porque hubiera perdido el camino ni por ingratitud,
no porque apenas su pata tocó tierra
La paloma setransformó
En un pájaro mutable
Anónimo en el secreto de un escondrijo
La paloma – pájaro se negaba a ver
Lo que se esperaba de ella
Ya que afuera en el nuevo mundo
La hoja verde es solo la señal de un tiempo limitado
Como aquél que antes ya se hundió.
Razón de más
Libros viejosen la vereda
Como una presencia tenaz
Y anónima
Un viento se inclinó para hojear las páginas
Un perro se detuvojadeando. Alguien manoseó
Olió acarició bordó un pensamiento dobló los márgenes
Se fue –
Libros. Con más razón personas.
De cualquier modo los libros
Vuelven siempre en dirección opuesta
Como cuando se regresa de un entierro siempre falta uno.
Antes de que…
Mi madre desgrana su vida en instantes
Que huyen de su memoria.
El olor del buen pan ya no despierta sus narinas.
Sus ojos desbordan de las palmas abiertas
Hacia las tablillas de los postigos de su cocina
Ella se entiende con los pájaros que acechan, hambrientos
Adiestrados para picotear de la bandeja
Y luego hacen bailar los cables eléctricos
Debajo del alero roto sobre su cabeza
Una cascada de pájaros
Se acerca hacia el agua que aún no se ha evaporado
Poema de la felicidad
Con un breve estrיpito de alas se elevo dentro de mi
Un grito grande como un puno.
Como se obtiene el jubilo si no con pequenas envidias celos
Del florecer de promesas en lares ajenos
De la marana calida, brazos de ramos que se entrelazan entre si
De jirones de nubes que descienden murmurando de una a
otra boca,
De pozos del placer, de naranjas sanguinas, aceite de mirra
y luz.
En silencio reposan ahora en mi las vetas de mi alma como
plumas que cayeron
Confín
Fin de otoño dorado
Es el confín del anhelo. Y después qué –
Lento vaivén como una delicada amargura
Que se disuelve en la boca.
Alrededor, espectros ruidosos se alejan
Uno de otro y como las nubes
Se despojan de sus formas humanas.
Qué más decir
Que no haya sentido hasta el extremo confín
Lentos suben mis caballos
Los corceles de Vogel.*
*David Vogel (1891-1944) poeta y escritor en lengua hebrea nacido en la actual Ucrania, desaparecido durante el holocausto. Este poema alude a uno de sus relatos Los caballos negros.
Allí, en el mismo punto
Yerro entre la última mirada
Y su significado que se va aclarandocon el paso de los años.
Entre una y otro el tiempo se llena
De fuertes ruidos hasta un silencio total.
Ahora solo yo estoy frente a lo inútil
Lo que entonces no vi inclemente me interpela.
Aún si mi mirada girara y retornara
El estará alli,
En el mismo punto.
Después como con un movimiento felino
Frente a la luz de una lámpara
Saldrá del mundo por una puerta giratoria.
Sus mejillas cobrarán color
Y ya no estaré más allí.
De noche
La danza del fuego en la chimenea
el fuego del crucificado,
Esculpe un mutismo que fluye en las venas
En los cuernos de los ciervos y pieles sobre paredes de madera.
Afuera voces nocturnas.
La aridez otoñal asemeja a tierra apisonada.
Yo florezco en la noche boscosa
Duermo durante el día.
Por la noche leo mis reflexiones
En pequeños sorbos de Sócrates
Devoro la distancia asfaltada y los pensamientos ajenos
Sueño un árbol nacido de lo pútrido como un fertilizante
Canto en mi profundo interior Pie Jesu extraído del Requiem.
En el valle el eco de mi voz es mi gemela.
Volver de aquí
Ayer de mañana:
Los restos del avión de Antoine de Saint Exupéry
Fueron identificadoscon certeza.
Dibújame una oveja, me pidió una vez más
Lo que es invisible a los ojos guardaré
Bajo una campana de vidrio
No en la solapa del saco.
Dibújame una oveja para que pueda deslizarme y volver de aquí
Entre las páginas de mi libro hacia la eternidad
Dijo y desapareció como
Un guiñapo a quien retiran velozmente
Del espacio público.
En un juego burlesco pienso todavía cómo recuperarlo
Cual luz de una astilla del espejo.
Pleno mediodía
La amante de los pájaros deambula, estira el cuello
En espacios que no le pertenecen, invade
Con el anhelo de una paloma salvaje,
Da nacimiento a un ala como las ramas de un verde nuevo
Ella seguirá recogiendo la miel luminosa entre las hojas
Aquí en el pleno mediodía desea permanecer
Esculpida de amor, dormida entre sus fragancias
Varilla de oro en su cabellera.